Ayer Teo se equivocó

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Ayer un día que sentía iba a ser oscuro y amargo para mí, un día que bajo las proposiciones de mi extrovertida lógica y sentido común pronosticaba traer un conjunto no vacío de matices frias y oscuras. Todo empezó con una como para variar casi extraviada de mi billetera, y que gracias a que el conductor solidario del Taxi tuvo la generosa manifestación de esa amabilidad que solo se profesa en esta maravillosa ciudad Colombiana, y quien de seguro a pesar de no llevar una camisa roja y blanca, debia tener el tuburonismo en su corazón. Llegué al lugar donde laboro y de inmediato escuche comentarios de mi amigo Sergio quien de una manera u otra participaba como un catalizador para la reacción generada tras el inicio de una conversación netamente Tuburona. Desde muy temprano me coloqué a la tarea de guarusear a ciertos amigos, algunos tuburonistas de verdad, otros muchos acomodados y seguidores de una gloria en la que se quieren abordar de un dia para otro. El guaruseo hacía alusion a mensajes que iniciaban con tres palabras: “Sigan creyendo que.. ”, como por ejemplo: “Sigan creyendo que la mazamorra trae presa”, “Sigan creyendo que la marimonda es Mickey Mouse” entre otros más. Unas dos pocas personas se atrevieron a decirme que había que alentar con el tuburonismo de siempre.


Una hora antes del partido terminó mi jornada laboral y me encontraba con un corazón que luchaba contra una razón. Por un lado el corazon me gritaba que fuera al estadio a alentar como siempre lo he hecho y a mentarle la madre a John Valencia, personaje que perfectamente conocia no iba a jugar; y por el otro una razon que me decía con cierto carácter altruista que el tontronismo se estaba contagiando en las personas de Barranquilla que creian en los milagros. Y es que del Junior que se vio en Bogotá hay que decirlo: John Valencia y su madre... Con un caiman asi en la defensa hace que cualquier equipo pierda aguante y motivación. Si de algo estoy seguro es que el mismo rey de reyes (Teo) si en estos dias estuviese en el equipo, le daba una bofetada y le decía como le hizo a los hinchas de boca recientemente en el partido que lo espulsaron.
Llego la hora del partido y con la tortua Valeria entre mis piernas empezó lo que sería un partido del cual no seríaa digno de ver. Rapidamente salió Hi 5 en discovery kids lo que significó que la tortua me dejara solo durante el primer tiempo. Al poco tiempo le sampan un chacarazo al Viera en el palo. Y le dije a mi interior: tenemos la liga, será que se puede Teofilear??? Primer gol y se encendio la luz, desde entonces ya todo no fue tranquilidad para mi, empece a sentir culpa, a sentirme no merecedor de lo que el Tiburon empezaba a profesar caminaba por doquier y buscaba a la Tortua para medio distraerme. Llego el segundo y todo se resume en que ya se le pide al tendero una barra de mantequilla. La ansiedad se alboroto, el corazón no podia más, las venas de mi cuerpo eran cables de acero de calibre 14, hasta sentí necesidad de recurrir a unas pastillas que no me gusta por aca mencionar. Se acabo la primera mitad y comentaba con Spepany acerca de lo acontecido, de lo que sentia, lo que me pasaba por la cabeza y salí con la tortua Valeria a donde el portero del conjunto a coger aire, a alentar y a demostrar aguante. La tortua fiel a mis payasadas siempre me acompaño minuto tras minuto.

Llego el tercer GOOOOOOOOOOOL!!! Le dí un chacarazo a la puerta cogí a la Tortua, grité fuerte, salté, corrí, y salí nuevamente con la tortua provistos de camisas en mano, descalzos, y con mucha alegría en nuestros corazones. Volví y con una tristeza en mi corazón al sentir que no merecía ver el partido, me dispuse a ver el final del partido con la apretadera de jopo caracteristicas de un partido del tuburon que se respete, hice muchos comentarios a Spepany de lo que el equipo debía hacer. La calma e inteligencia ahora eran necesarias, ya se habia hecho lo que anteriormente veía imposible, ahora había que colocar paciencia y mesura, ambas combinadas de la conviccion de salir victoriosos con prudencia. En tres palabras ese gol se resume diciendo “Linda la mantequilla”. Enseguida me llama Teo desde Argentina y me dice, han aprendido, han aprendido a jugar con amor a la camiseta.

Llegaron los penales, sentí que no merecía ver a mi equipo en la victoria a los ojos, y como una persona humilde bajé del apartamento y llegando a la garita del conjunto me grita David el portero que el carruchón de Candelo se lo mamó. Cada vez que Junior hacía un penalty la Tortua corría hacia el TV de un apartamento que se veía por la ventana y donde David lo veía también. Lleve a la niña al parque y en pocos pasos ocurrió lo magnifico, JUNIOR en la final del F.P.C. En las colinas se sentía un tuburonismo jopo nada comparada como la casa de Teo en el Hipodromo, donde seguro abundarían las frias y las tapa azules, que servirían de plato de entrada para los shows que mi amigo el Boky de seguro traería a la luz de los hechos.

Para cerrar y para darle a todos mis lectores lo que quieren escuchar de mi: Me equivoque!! Lo admito, alguien como yo hincha fiel, que siempre ha estado en las buenas y en las peores que ayer, tome una actitud equivocada después de la inoportuna actuación de John Valencia.

Y como muy bn ha aprendido la Tortua, me tocó gritar con una felicidad amplificada en una cantidad en el orden de las moles comparada con aquellas que se quieren montar momentaneamente en el bus de la gloria, hoy puedo gritar a todo pulmón:: 

OHHH OOHHH OOOOOOHHH SALE JUNIOR...

Comentarios

  1. Muy bueno, excelente, no siempre se tiene la razon.. igual es tu equipo y siguelo apoyando jeje att maylen

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