Un rey de reyes que estuvo silencioso

visitas.

Ayer,  como un día convencional me levanté a la hora habitual para trasladarme al lugar donde laboro. Mientras iba abordo del bus que en algunas ocasiones tomo, ya se hacía manifiesto en la gente una alegría en cada uno de esas personas que transitaban en la calle. Algunos para dirigirse a sus trabajos, otros no tan afanados visitaban a los vendedores de camiseta de la SELECCIÓN COLOMBIA. Muchos describían con el particular estereotipo de los propios personajes espantajopos que nunca han sido fieles seguidores del deporte teofilístico por excelencia: el fútbol. Llegué a la oficina y le comentaba a mi buen amigo Ernest que se sentía un ambiente meramente friístico en los alrededores de la 84, lo que generó de manera irremediable alguna seguida manifestación de canciones clásicas que salen a relucir siempre que el grupo de carruchones vestidos de amarillo, azul, y rojo salen a la cancha para representar a la inmarcesible de nuestra patría. En esta ocasión sentí algo de expectativa por la selección Colombia, pues tras el juego de Venezuela ví un equipo que me agrado gracias al Jamelismo y por razones no discutibles un soberbio Teofilismo. Desafortunadamente ya sabía que se consideró por parte de la mayoría que el rey de reyes no sería inicialista puesto que lo había escuchado con anterioridad de parte de un gay seguidor de “Radamel Yo Si Soy Cagao Falcao”. Las razones radican en una sola jugada, tras un pase fuerte hacia atrás que tristemente no le dio el manejo que quería. Pero que olvidó las pinceladas de talento como la que trajo en el minuto 43 del primer periodo ante Venezuela y todo el aguante, colectividad y técnica que lo caracteriza. Sin embargo tenía una profunda esperanza de que el rey de reyes entraría en el segundo tiempo y saldría con un par de groserias.

Todo lo anterior describia mis percepciones y sentimientos hasta antes del partido. Faltando una hora salí con un compañero del trabajo hacia Killa Shots para disfrutar lo que sería el tan esperado partido. Tras los primeros 20 minutos del periodo inicial observé sin lugar a dudas a un equipo con algunos individuos cagados, otros acelerados y/o desesperados, mientras tanto un rey de reyes estaba silencioso en el banquillo. El partido fue trascurriedo y para los últimos 15 minutos Colombia cambió un poco de actitud y hubieron algunos destellos de buen futbol colectivo trás salidas rápidas, pero que terminaron ahogandose en la ansiedad por conseguir resultados más una notable dosis de desesperación y carruchismo individual. Llegó el gol de Colombia y me emocioné como todos en el lugar. Se fueron a los vestuarios tras el pitazo que indicaba el receso, y tras el mismo me fui al baño a descargar las frias y reflexionar.

Llegó el segundo tiempo y tras conocer algunos picheros entre el DT y Julio Comesaña (buen amigo del rey de reyes) dije alegóricamente y jocosamente “Teo no entrará y por ende me tocará ganarme la camiseta”. Dicho y hecho fueron pasando los minutos y el partido concluyó con el resultado que predije en un concurso antes de iniciar el partido. Hasta me tocó apretar el “yopo” para que Messi desperdiciará lo que sería el tercero. Aparecieron tres personajes mas con el mismo resultado y como nunca gané en una rifa (Será que mi suerte está mejorando ???).

Ahora solo me resta estamparle a la camisa un mensaje que de seguro causará controversia, pero que sin dudar lo enseñaré públicamente. La camiseta tendrá un número nueve y exclamará de manera asertiva: “Soy un cagajon!!!”

PD: Como decía Julio Comesaña: Mi titular es Teo y 10 más.  

Comentarios

  1. jejejejejejejeje ta bueno.

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  2. Sólo una duda !!!
    en tus palabras traducción de friístico...

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  3. Friístico: Dícese de aquello con tendencia o alto potencial de consumo de frías.

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